Llegar a Dresde, una joya cultural y arquitectónica en el corazón de Alemania, en tren es una experiencia fascinante y eficiente. La principal puerta de entrada a la ciudad es la Estación Central de Dresde (Dresden Hauptbahnhof), ubicada convenientemente en el centro urbano. Esta estación sirve como un importante nodo de conexión, ofreciendo rutas tanto nacionales como internacionales, facilitando así el acceso desde diferentes partes de Europa. La presencia de trenes de alta velocidad, como los del servicio ICE, significa que se puede llegar desde ciudades como Berlín o Praga en cuestión de horas.
Una vez en la Estación Central de Dresde, los visitantes encuentran diversas opciones de transporte público a su disposición. Tranvías y autobuses operan con frecuencia, conectando la estación con todos los distritos y principales atracciones de la ciudad. Los servicios de tranvía, en particular, son una forma cómoda y económica de explorar la ciudad, con líneas que llevan directamente a puntos de interés como la histórica Altstadt (Ciudad Vieja) o la vibrante Neustadt (Ciudad Nueva).
Además de los servicios de tranvía y autobús, la estación cuenta con taxis y servicios de alquiler de bicicletas disponibles para quienes prefieren una exploración más personalizada o rápida de Dresde. La infraestructura de la ciudad es increíblemente amigable para los ciclistas, ofreciendo una manera única y saludable de descubrir los encantos de Dresde a su propio ritmo.
Para comenzar a visitar Dresde, una excelente opción es dirigirse primero a la Altstadt, donde se pueden admirar joyas arquitectónicas como la Frauenkirche y el Zwinger. Estos lugares no solo son accesibles a pie desde la Estación Central, sino que también marcan un buen punto de partida para sumergirse en la rica historia y cultura de la ciudad, proporcionando una introducción inolvidable a todo lo que Dresde tiene para ofrecer.